
Recibí tu mensaje. Lo que hay en mi corazón, no está en el tuyo, en ningún lado.
¿Valdrá la pena esperar? Estás fuera de mis manos, desde aquella tarde.
Vas a tener que llorarme. Las lágrimas que me caen, no significan nada en absoluto.
Es tiempo de pensar en mi. Cariño, quizás no halla vuelta atrás, pero como no te des prisa, me perderás, porque estoy caminando. Cuando me enteré, estaba destrozado, pero ahora, solo necesito pensar.
La elección en tu teléfono, prueba que no estás solo. Pero ahora da igual, porque no eres consciente.
Me dolerá, y no quiero acostumbrarme a esto, pero eso, lo decides tú.
Escucha, recibí tu mensaje, leí tu texto, y mi respuesta, sigue siendo la misma. Es la manera de expresar lo que siento.
Me olvidarás. Todo lo que prometí contigo, se perderá.
Hoy está todo oscuro, pero mañana brillara el sol en mi ventana, y lo verás.
Se que esto no es bueno para mí, pero creo que te esperaré.
Es complicado, pero siempre se puede volver a empezar. Si, es complicado.
Creo que se lo que estás pensando.
Nunca volveré a ser el mismo, así que no me dejes ir.
Ahora, voy a ser fuerte, y que sepas, que seguiré ahí.
Porque, las puertas, nunca se cierran del todo.
Seguiré ahí.