miércoles, 22 de junio de 2011

Cómo un niño al que le han quitado su caramelo, me vi.
Llorando, y queriendo ver a mi mamá, para esconderme entre sus faldas,
como toda mi vida he hecho. Iba siendo hora de afrontar las cosas yo solo, y de huir de mi cobijo paternal, para salir al mundo, y ver la realidad por mi mismo.
No siempre va a haber alguien que me diga lo que estoy viendo, a veces, tendré que interpretarlo por mi mismo, y si no empiezo ya, no empezaré nunca.
Pero bueno, quizás estar en sus faldas, no esté tan mal....
Así me protejo de desamores, y decepciones, ya que a todos nos gustaría eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario